Agujeros Negros
Un agujero negro es un cuerpo celeste con un campo gravitatorio tan fuerte que ni siquiera la radiación electromagnética puede escapar de su proximidad. Un campo de estas características puede corresponder a un cuerpo de alta densidad con una masa relativamente pequeña -como la del Sol o menor- que está condensada en un volumen mucho menor, o a un cuerpo de baja densidad con una masa muy grande, como una colección de millones de estrellas en el centro de una galaxia.
Mientras algunas estrellas se extinguen convirtiéndose simplemente en una enana negra, otras acaban violentamente: la causa sigue siendo un misterio. Podría ser que, al convertirse el interior de una estrella de unas 8 masas solares en Hierro y Níquel a causa de las reacciones termonucleares, es imposible la producción de mas energía por fusión. Entonces, la gravedad provoca el colapso del núcleo, con la consiguiente subida de temperatura: el recalentadísimo núcleo termina convirtiéndose en helio y neutrones. El índice de colapso se acelera y el material externo se acelera a su vez o suficiente para producir la explosión del combustible nuclear existente. Los estratos exteriores saltan en forma de explosión de supernova, dispersando sus elementos pesados y el interior colapsa.
Las estrellas de una masa estelar preexplosiva de 8 masas solares o mas que colapsan tras la explosión, no se detienen a veces en la fase de enana blanca o de estrella de neutrones. Al no evitar nada aparentemente que la gravedad colapse los restos hacia una densidad cada vez mayor y un tamaño cada vez menor, llega un momento en que la atracción gravitatoria de la masa es tan intensa que no permite escapar ni la luz: los restos se han convertido en un agujero negro, del que al parecer, nada puede escapar.
El tamaño a que tienen que colapsar esos restos para que la atracción gravitatoria pueda llegar a evitar incluso la fuga de la luz es de unos 3 Km. (radio de Schwarzschild) a partir de unos restos de masa solar. Y continua el colapso, imperceptible, hasta llegar al tamaño cero. El considerable campo de atracción de un objeto semejante puede ejercer un efecto poderoso en las estrellas vecinas, aunque aquel sea invisible a cualquier longitud de onda.
Un agujero negro pierde algo de su masa y sigue haciéndolo, hasta estallar en una intensa erupción de rayos . El índice de evaporación de los agujeros negros depende del cuadrado de su masa un agujero negro de 8 masas solares tarda en evaporarse 1071 años.
Cúmulos Estelares
Un breve vistazo al firmamento revela que la distribución de las estrellas no es regular. Hay zonas muy poco pobladas y otras, en cambio contienen muchísimas, tendiendo a formar cúmulos (agrupaciones). Estos son de dos tipos distintos: abiertos (o galácticos) y globulares, si bien cada uno de ellos es fundamental-mente diferente en cuanto a naturaleza y aspecto.
Cúmulos Abiertos
Hay mas de mil cúmulos abiertos en nuestra galaxia. En su mayoría son conocidos solo por su numero de catalogo, pero algunos de los mas familiares están bautizados como las pléyades, grupo de estrellas jóvenes blanco-azuladas y muy calientes de la constelación de Taurus. Las seis estrellas mas luminosas se aprecian a simple vista y los telescopios modernos revelan cientos de ellas en ese cúmulo. Otro cúmulo abierto de la misma parte del cielo es el de las Híades; sus estrellas mas prominentes forman la “V” que perfila la cara de Taurus (el toro). (Fig.8)
Un cúmulo abierto suele incluir cientos de estrellas distinguibles entremezcladas con acusadas manchas de polvo. Un cúmulo entero rara vez mide mas de 10 pársecs de anchura.
Cúmulos Globulares
Unos pocos cúmulos globulares brillan suficientemente para destacar a simple vista y parecen bolas de luz borrosas. Pero el telescopio nos revela son sistemas estelares esféricos que contienen entre 10 000 estrellas y un millón. Se ven mas apiñadas en las partes centrales y aparecen mas dispersas hacia la periferia. Las estrellas están tan apiñadas en el centro de un cúmulo, que si la tierra estuviera situada allí, las estrellas mas próximas estarían a meses luz de distancia, y la luminosidad del cielo de noche seria comparable siempre a la de una luna llena.
Un cúmulo entero tiene un diámetro medio de 100 pársecs (poco espacio para tantas estrellas) y no contiene gas interestelar. En nuestra galaxia hay solo unos 125 cúmulos globulares .
Los astrónomos han observado recientemente que unos cuantos cúmulos globulares están asociados con intensas explosiones de rayos X. Cada uno emite como un millón de veces mas energía que la que irradia el Sol en un tiempo similar. Una interpretación actual del echo es que puede existir un agujero negro de gran masa en el centro de muchos cúmulos globulares.
Un agujero negro es un cuerpo celeste con un campo gravitatorio tan fuerte que ni siquiera la radiación electromagnética puede escapar de su proximidad. Un campo de estas características puede corresponder a un cuerpo de alta densidad con una masa relativamente pequeña -como la del Sol o menor- que está condensada en un volumen mucho menor, o a un cuerpo de baja densidad con una masa muy grande, como una colección de millones de estrellas en el centro de una galaxia.
Mientras algunas estrellas se extinguen convirtiéndose simplemente en una enana negra, otras acaban violentamente: la causa sigue siendo un misterio. Podría ser que, al convertirse el interior de una estrella de unas 8 masas solares en Hierro y Níquel a causa de las reacciones termonucleares, es imposible la producción de mas energía por fusión. Entonces, la gravedad provoca el colapso del núcleo, con la consiguiente subida de temperatura: el recalentadísimo núcleo termina convirtiéndose en helio y neutrones. El índice de colapso se acelera y el material externo se acelera a su vez o suficiente para producir la explosión del combustible nuclear existente. Los estratos exteriores saltan en forma de explosión de supernova, dispersando sus elementos pesados y el interior colapsa.
Las estrellas de una masa estelar preexplosiva de 8 masas solares o mas que colapsan tras la explosión, no se detienen a veces en la fase de enana blanca o de estrella de neutrones. Al no evitar nada aparentemente que la gravedad colapse los restos hacia una densidad cada vez mayor y un tamaño cada vez menor, llega un momento en que la atracción gravitatoria de la masa es tan intensa que no permite escapar ni la luz: los restos se han convertido en un agujero negro, del que al parecer, nada puede escapar.
El tamaño a que tienen que colapsar esos restos para que la atracción gravitatoria pueda llegar a evitar incluso la fuga de la luz es de unos 3 Km. (radio de Schwarzschild) a partir de unos restos de masa solar. Y continua el colapso, imperceptible, hasta llegar al tamaño cero. El considerable campo de atracción de un objeto semejante puede ejercer un efecto poderoso en las estrellas vecinas, aunque aquel sea invisible a cualquier longitud de onda.
Un agujero negro pierde algo de su masa y sigue haciéndolo, hasta estallar en una intensa erupción de rayos . El índice de evaporación de los agujeros negros depende del cuadrado de su masa un agujero negro de 8 masas solares tarda en evaporarse 1071 años.
Cúmulos Estelares
Un breve vistazo al firmamento revela que la distribución de las estrellas no es regular. Hay zonas muy poco pobladas y otras, en cambio contienen muchísimas, tendiendo a formar cúmulos (agrupaciones). Estos son de dos tipos distintos: abiertos (o galácticos) y globulares, si bien cada uno de ellos es fundamental-mente diferente en cuanto a naturaleza y aspecto.
Cúmulos Abiertos
Hay mas de mil cúmulos abiertos en nuestra galaxia. En su mayoría son conocidos solo por su numero de catalogo, pero algunos de los mas familiares están bautizados como las pléyades, grupo de estrellas jóvenes blanco-azuladas y muy calientes de la constelación de Taurus. Las seis estrellas mas luminosas se aprecian a simple vista y los telescopios modernos revelan cientos de ellas en ese cúmulo. Otro cúmulo abierto de la misma parte del cielo es el de las Híades; sus estrellas mas prominentes forman la “V” que perfila la cara de Taurus (el toro). (Fig.8)
Un cúmulo abierto suele incluir cientos de estrellas distinguibles entremezcladas con acusadas manchas de polvo. Un cúmulo entero rara vez mide mas de 10 pársecs de anchura.
Cúmulos Globulares
Unos pocos cúmulos globulares brillan suficientemente para destacar a simple vista y parecen bolas de luz borrosas. Pero el telescopio nos revela son sistemas estelares esféricos que contienen entre 10 000 estrellas y un millón. Se ven mas apiñadas en las partes centrales y aparecen mas dispersas hacia la periferia. Las estrellas están tan apiñadas en el centro de un cúmulo, que si la tierra estuviera situada allí, las estrellas mas próximas estarían a meses luz de distancia, y la luminosidad del cielo de noche seria comparable siempre a la de una luna llena.
Un cúmulo entero tiene un diámetro medio de 100 pársecs (poco espacio para tantas estrellas) y no contiene gas interestelar. En nuestra galaxia hay solo unos 125 cúmulos globulares .
Los astrónomos han observado recientemente que unos cuantos cúmulos globulares están asociados con intensas explosiones de rayos X. Cada uno emite como un millón de veces mas energía que la que irradia el Sol en un tiempo similar. Una interpretación actual del echo es que puede existir un agujero negro de gran masa en el centro de muchos cúmulos globulares.
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